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Cuento de la casa de pensamiento

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Las niñas y niños Inga van cada mañana a la casa de pensamiento, con la energía y la luz que papá sol, pone sobre ellos; al llegar, se reúnen alrededor del fuego para dar gracias por un nuevo día para compartir con sus sabedores, para conocer el mundo a través de sus historias y crear dibujando historias sobre jaguares, colibríes y arcoíris. La casa de pensamiento, no es simplemente un lugar sino un espacio propicio para conocer las tradiciones de los mayores.

-- Letra --

Cuento de la Casa de Pensamiento
Wawitakunapa Wasimanda Wawitakuna

Serie: Cantos y Cuentos de La Tierra
Lengua: Inga

Tukui wawitakuna
tukui puncha atarinkuna taita indi sumapuncha ñauisitupi kauachi,
mama killa tutapi wawakunata wagna.

Tukui wawitakuna iukankunami
papa wairapa samai, puringapa,
Taita iakumanda chaskinkuna suma kusikui, chasa kai puncha sumaglla kaiaringapa.

Wawitakunapa wasima chaiaura
sucui wawitakuna tandarinkuna tulpa sikipi, painingapa alpa mamitata tukui mikuisitumanda,
taita iakuta paininkuna tukui mikui iugsichigmanda
taitaindita mana puncha pisichigmanda.

Tukui wawitakuna kaipi parlaspa iachaikunkuna achalakunamanda
kilkankuna paikunapa sungitupi,
llunchinkuna ianapomakuna, amarrukuna kindikuna,
sachukukuna, iako, atuniako i kuichi,
chasallatami kilkankuna paipa iuiaikuna paipa tunaikuna chasa tukui sugllapi mama ninapi tunankuna kai wuasisituma chaiaura Wawitakunapa wasima.
Las niñas y niños
despiertan cada mañana porque papá sol pone luz en sus ojos,
después de que mamá luna ha cuidado su sueño toda la noche.

Las niñas y niños tienen en su cuerpo
la fuerza de papá aire para caminar,
y la alegría de mamá agua para empezar el día.

Cuando llegan a la casa de pensamiento
se reúnen alrededor del fuego para dar gracias a la tierra, que les da los alimentos,
a la lluvia, que hace crecer las plantas
y al sol, por la luz de sus ojos.

Las niñas y niños aprenden historias de sus mayores
y las dibujan con los colores de su corazón,
pintan jaguares, serpientes y colibríes,
pintan montañas, ríos y arcoíris,
pintan sueños y nuevos cantos para cantar reunidos junto al fuego
cada día en la casa del pensamiento.

Nicolás Rojas Robles